Es frecuente encontrarnos en el camino de la comunicación digital a los llamados "gurús", especialistas en todo que dejarían a cualquier investigador de la Gestalt en tres y dos.
¿Existen los gurús digitales?
Ayer conversaba con un colega al que asesoro en su plan de Social Media, y compartía con él mi visión sobre la confusión de la que se han aprovechado ciertos personajes, por necesidad o por ambición, para colarse con este apodo.
Existe gente que ha sido exitosa en su profesión, muchas veces en áreas de la comunicación offline (Tv. Radio, Cine) y su éxito les ha ayudado a establecer una marca personal y comercial con su nombre e imagen. Muchos de ellos no se han plegado a la idea de colocar en sus perfiles "soy un gurú" porque saben que su éxito se debe más a su presencia en los medios que a su conocimiento sobre un tema específico.
Aprovechando este escenario, aparecen los profesionales con un perfil medio que comienzan a hacer cosas en las redes con sus nombres, y con la nobleza que tiene el medio digital, logran acumular seguidores de forma lícita o ilícita, copian un par de palabras o conceptos, van a dos talleres como oyentes o invitados, se descargan una plantilla de Internet. Y aprovechan la oportunidad para denominarse gurús de la comunicación digital.
Ahora, qué dice la Real Academia Española sobre el concepto de gurú: "Persona a quien se considera maestro o guía espiritual, o a quien se le reconoce autoridad intelectual". En este caso nuestro idioma nos deja muy claro que el hecho de ser gurú no depende de la primera persona del singular, sino de que otro considere que eres guía, que otro te de autoridad.
Existen los gurús en comunicación digital, sí que existen, son aquellos a los que se les concede autoridad en silencio, a los que se les sigue ya sea para criticar sus opiniones o aplaudirlas, son autoridades porque los demás quieren que sea así.
La autoridad es un ejercicio que te atribuye otro porque demuestras disciplina, compromiso, conocimiento, metodología, criterio.
Daños de los falsos "gurús" a la comunicación digital
Como le decía a mi colega, estas personas que se denominan gurús traen la mala praxis poco profesional a nuestra área de trabajo, que de por si es muy nueva como para tener conceptos sólidos definitivos, y hacen tambalear el negocio.
Me recuerdan un poco a unos vendedores de puerta a puerta que habían en Caracas de una marca reconocida de electrodomésticos que eran tan fastidiosos y mentirosos que uno terminaba por pasar de ellos y esconderse.
El trabajo de la comunicación es muy delicado, saber de ella implica que tarde o temprano la sociedad te va a colocar a prueba, sea con una crisis o con reto, y es allí cuando este tipo de profesionales se desenmascaran.
Pero su huella perjudicial al negocio ya ha sido dejada, los clientes se vuelven más desconfiados, se atreven menos en la comunicación digital, y los proyectos se vuelven más difíciles para los demás profesionales.
Mi papá, que es electricista, siempre decía que bendecía a los malos electricistas, a los "chapuceros" porque gracias a ellos le habían tocado los trabajos más difíciles, los más complejos y complicados para cobrar, pero también había ganado sus mejores clientes y su buen nombre.
Hay que agradecerle a los gurús, gracias a ellos seguimos haciendo buena comunicación digital.
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