Lo que nos divide palidece frente a lo que nos une.
-Edward Kennedy.
Que bonito es vivir en un lugar donde confluyen muchas culturas, identidades y formas de ver la vida, y esa convivencia sucede en el reconocimiento y respeto de las diferencias, y el valor justo de cada una de ellas como parte de una macro-identidad. Cualquier cosa fuera de este párrafo es oscuridad, atraso, y barbarie.
La comunicación es un ejercicio de intercambio, como lo hemos escrito en este blog en otros posts, en ese intercambio ofrecemos y recibimos información, que suele transmitirse de forma generacional. Y que alimenta un banco mundial de información que lleva la humanidad desde su primer momento de existencia.
Ideas como "reseñar el nacimiento y la muerte" o tener una medición de un tiempo para los sucesos, todo ello forma parte de ese conjunto de información, en la que, cada día, cargamos toneladas de datos.
La danza popular y el folclore
Una de las primeras expresiones que logró transmitir el hombre a sus congéneres fue el de las expresiones rítmicas con su cuerpo, a través del sonido y la melodía. Punto de partida para cualquier género de danza.
La diferencia, un poco obligatoria, entre la danza popular y la académica, es que una se estudia con un método, y la otra se aprende, muchas veces de forma generacional.
Cualquiera de las dos cumplen la misma función, codificar un mensaje que se queda guardado para la posteridad. Para que otro hombre lo comprenda, lo sienta, lo aprehenda, y lo interprete.
XXIV Festival folclórico Nacional Guarache
El pasado sábado 06 de julio se realizó el XXIV Festival folclórico Nacional Guarache "La Ventita" organizado por la Agrupación Folclórica y Cultural Guarache en el Centro Cultural Edmundo Gil, de Tacoronte, y que tiene tantos años realizándose gracias al esfuerzo de la Agrupación y el patrocinio de muchas empresas de la región, solidarias con la identidad local, y, por supuesto, el apoyo del Ayuntamiento de Tacoronte.
Para este año, invitaron a un grupo maravilloso desde la Provincia de Valencia, El Grup de Danses d’Ontinyent, acompañados por la agrupación musical de La Comarcal, un puñado de gente maravillosa con múltiples edades, intereses, profesiones, talentos, pero que les une el amor por su cultura, expresiones y tradiciones culturales.
Velatorio de Tavernes | “Vetlatori de Tavernes”
Particularmente, soy un profundo enamorado de toda la cultura presente en València y Catalunya. De su idioma, tradiciones y costumbres.
Pero de este encuentro folclórico tengo que rescatar algo muy curioso, se trata de una danza que se organizaba cuando, en el pueblo, moría algún niño pequeño (menor de 8 años) y los vecinos, en forma de homenaje, de pésame rítmico solemne, le llevaban a la casa de la familia un mensaje de trascendencia, "aquél niño era un alma pura, que iba directo al cielo".
Esta costumbre, que bien pudiera quedar en el olvido, en la era de la Inteligencia Artificial, las redes sociales, y las conexiones tecnológicas, la rescatan este precioso grupo de gente, que con orgullo la exhibieron durante este encuentro cultural.
La importancia de la solidaridad
En estos días leía un interesante artículo de como está fracasando "la era de la individualidad", impulsada por el uso individual del aparataje de entretenimiento: computadores personales, televisores, smartphones, cónsolas de juego... y cómo estábamos migrando al uso colectivo de este tipo de herramientas, porque no podemos huir a nuestra naturaleza de seres sociales.
Esta danza de la muerte es una forma maravillosa de estar con los otros en sus momentos más difíciles y abrazarles a través del ritual de los giros y el sonido de las castañuelas.