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Yo soy yo y mi circunstancia

 

Premio Rafael Angel García. Año 2003.

"Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo. Benefac loco illi quo natus es, leemos en la Biblia. Y en la escuela platónica se nos da como empresa de toda cultura, esta: «salvar las apariencias», los fenómenos. Es decir, buscar el sentido de lo que nos rodea". José Ortega y Gasset.  (1914) Meditaciones del Quijote.

Casualmente, corría el año 1996, tenía yo 16 años, y por cosas de esas "que sólo me pasan a mí, y no entiendo cómo me pasan" llegué a hacer unas pasantías especiales en una fundación de una de las agencias de publicidad más grandes de mi país. 

Siempre había tenido simpatía por la publicidad, me parecía un trabajo de magos poder resumir en 20 segundos una idea y transmitirla, tener creatividad, e ingenio para anunciar. 

Mis pasantías comenzaron muy bien, en algún momento mi jefa Lourdes Figuera Notaro (t) notó esa cualidad mía, que también es defecto, de no parar de hablar con todos de todo. Y me propinó el mejor castigo que me han dado hasta el sol de hoy: "Shauki, para que medites y aprendas el valor del silencio, te vas a ir a ordenar los archivos de la fundación, solo".

Fueron las tres semanas más duras, pero más valiosas, de toda la pasantía de 4 años. Al principio dudé de poder hacer lo que se me pedía, luego me pareció útil y divertido, y en 20 días leí más de publicidad, y de comunicación, de lo que podría haberme imaginado.

Fue allí, leyendo libros y revistas que me topé por primera vez con esta frase citada de la Biblia por Ortega y Gasset con la que abro el post. Sin saber que estaba, de una forma u otra, viviéndola en carne propia.

La Circunstancia

En estos días venía caminando por la calle, y vi a una madre hablando con otra, mientras avanzaban a unos metros, una se quejaba con la otra: "No sé que voy a hacer con esa niña, sólo quiere estar en la calle, jugar y gastar dinero todo el día, ya no sé qué hacer con ella".

Unos minutos más adelante se encontraron con 2 pequeñas, y la misma madre le dice "venga vamos al bar un rato que nos tomamos algo, y luego nos vamos a las maquinitas".

La circunstancia de Gasset hace referencia justamente a esto, al entorno que nos rodea y modela, pero que a su vez, con nuestras acciones, nosotros modelamos, en una relación de espiral infinita (como la de una semiosis ilimitada). 

Basta una pequeña acción, un "castigo divino" de alguien que quiere dejarte un regalo en la vida antes de partir, para que tu vida cambie para siempre.

La circunstancia de Gasset siempre me gusta dibujarla como un círculo alrededor de un pequeño punto, que somos nosotros. En la medida en que nos relacionamos, y tenemos experiencias, hacemos que esa circunstancia cambie, crezca, se transforme.

Aquél castigo me ayudó a dejar de emitir como un radio descontrolado, y a hacer justamente aquello que decía Gasset en su frase: "buscar el sentido de lo que nos rodea", y lo encontré en aquellas publicaciones, en esas estanterías. Nunca fuí más feliz al salir de la agencia, que en aquellas tardes que me encerraba a ordenar y leer.

Luego le pedí el favor a mi jefa de estar en la Biblioteca de la fundación, no podía parar el gusano que había despertado desde adentro de mi. No he podido saciarlo hasta el día de hoy.

Dar ese paso

Al hacer mía esta frase iluminada por la pluma de Ortega y Gasset, que luego me volvería a tropezar en clases con el Profesor Jeremiah O`Sullivan Ryan, en el año 2000. Me dediqué a vivirla. A verla representada en todos lados. A ampliar ideas y modelos, alrededor de ella.

A mis alumnos siempre les decía "¿Qué pequeño paso darán para hacer cambiar su circunstancia?", ¿Qué decisión tomarán para que todo gire, y ustedes giren con ello?   



  

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