lunes, 26 de febrero de 2024

¿Cómo relacionarse con el equipo de Diseño Gráfico?

Foto: Trần Quang Phú


Haz un buen trabajo para buenas personas

Aaron Draplin


Aunque esta guía debería ser un paso a paso para relacionarse con cualquier equipo de trabajo, he decidido abordar el tema de la relación más directa y significativa que se da en los equipos de Marketing y Comunicación en todo el mundo.

Me refiero a la comunicación asertiva y funcional que debe existir entre los creadores de las estrategias y el contenido de las comunicaciones digitales, publicitarias o no publicitarias, y el equipo de creativos, ilustradores y diseñadores gráficos. 

Realizaré este análisis desde la visión de un integrante del equipo de Marketing y Comunicación.

Comprender al diseñador

Ese extraño y llamativo, a veces colorido, mundo que se esconde detrás de una puerta o una pared de cristal, en el que vemos a un líder y a varios compañeros compartiendo largos períodos de tiempo viendo una sola pantalla, con la mano puesta normalmente en la quijada, y pensativos. Sí, esa es el área de Diseño Gráfico.

La realidad y exigencia en el detalle de su trabajo es muy distinta a la construcción colectiva, normalmente ruidosa, multiplural, y tormentosa que sucede en las áreas de planificación, estrategia y creación de Marketing y Comunicación.

Nuestra principal ventaja profesional, justamente es la que menos aplicamos a la hora de relacionarnos con ellos. Se supone que nosotros, los creadores de estrategias y de comunicación somos expertos en analizar y conocer a la gente, a los colectivos, y poder identificar características comunes con las que se pueden sentir identificados. 

Pero lo que se suele escuchar en las áreas de redacción es "esos frikis de Diseño...", una respuesta que no podemos permitir en nuestras áreas, porque además de estigmatizar a un colectivo vital para nuestro trabajo, sesga la forma en que nos comunicamos con ellos. 

El equipo de Diseño es uno de los pocos espacios que actualmente conservan el respeto por el proceso, ya que para ellos es vital el camino de pasos que dan para poder llegar a un arte definitivo. Y cualquier alteración (cambio) durante el proceso, altera significativamente todos los tiempos, pasos, y el arte final.

En este equipo de trabajo perduran aún unos trabajadores de la comunicación que mezclan, en igualdad de porcentajes, un talento artístico - creativo, con un pensamiento metódico - científico.

Son científicos del arte, o artistas del método. Y no es una redundancia por sonar bonito, es una realidad que, de no ser respetada, suele ocasionar los peores "enfrentamientos" con ellos. 

La frase más frecuente de respuesta de un diseñador a la incomprensión de su labor, suele ser acompañada de un gesto de cara, y es: "No creo que lo estés entendiendo".

Frases que decirle a un diseñador:

  • Esto tiene fecha de entrega para: XX.XX.XX, deberíamos verlo X días antes, por si hay cambios, evitar el uso de ASAP (As Soon As Possible) y otras ambigüedades, que pueden ser muy válidas para nuestra cabeza, pero no para ellos.
  • ¿Me puedes dar fecha para la entrega según tu plan de Diseño?
  • Este texto no se debería modificar, porque es el centro (core) del objetivo de la comunicación.
  • Con el arte quisiéramos expresar estas ideas... estas emociones... estos sentimientos...
  • Eres libre de crear, pero recuerda que el cliente/nosotros tenemos estos dos límites para movernos (normalmente dos bandas opuestas de los límites que no se deberían transgredir con el arte)
  • Uso del arte, para qué es... dónde va... quién lo verá... (no meterse con formatos, o nomenclaturas técnicas, el diseñador las sabe de memoria).
  • Propiciar acercamientos como compañeros, te resultará sorprendente que hay gustos en arte, música, juegos, y vida fuera del trabajo, que ellos manifiestan con más evidencia, pero que puedes compartir, y ayudarán a no verse como equipos aislados. 

    Frases que NUNCA debes decirle a un diseñador:

    • "Que bonito te quedó ese arte", a ver, muchos no le dan importancia a esta frase, pero es ofensiva para la mayoría, un arte no es "bonito", es: funcional, adecuado, acertado, bien ejecutado y logrado. Bonito es algo subjetivo, y la subjetividad genera alergia en el diseñador, lo primero que pensará es "y cuando no te parezca bonito, entonces creerás que está mal..."
    • "No me gustan los colores/elementos..." El trabajo del diseñador no va sobre gustos, va sobre elementos gráficos que comunican de forma adecuada o no para un público objetivo, que no necesariamente eres tu. 
    • "Yo hubiera colocado los colores, las líneas...", piensa que cuando te están operando, dijeras que no te pusiera anestesia, y le dijeras el cirujano, "yo cortaría por aquí, y doblaría el escalpelo así", cada uno es profesional en su área de competencia.
    • "Que bien se la pasan aquí..." Esta frase demuestra muchas cosas, un total desprecio y desconocimiento del área de Diseño, y lo importante que es "liberar la mente" para poder crear en tiempos reducidos.
    • "Métele más arte", es una frase que se ha hecho frecuente entre muchos extraños al área de Diseño, para evitar decir que una propuesta está muy simple para cumplir con los níveles de exigencia del cliente, la marca o el área, y se inventan un imposible, que es ponerle más arte a un arte. A mi me gusta la respuesta que escuché un día para esta frase: "Réstale cuñadismo a eso".
    • "Yo busqué una imágenes en Google que podrías usar", esta frase parece inofensiva, y hasta colaborativa, pero le estás dirigiendo y sesgando la visión artística al diseñador, justamente uno de los pilares de su trabajo.
    Parece sencillo, pero la relación con los diseñadores ha sido una de las experiencias más interesantes, profundas, y de valor que he podido recopilar en más de 30 años de experiencia profesional. 

    He aprendido a adorar y valorar a mis diseñadores e ilustradores, a que son esenciales, y sin ellos yo no podría hacer mi trabajo.

    A que cada uno es como un vino, hay unos buenos para diseños impresos, otros para digitales, otros son maestros de vectores, y otros adoran el lettering, y muy pocos ilustran. Y lo mejor es conocer a muchos y tenerlos siempre para cualquier necesidad que tengas.

    A valorarlos, no es un trabajo barato, no es simple, tiene un proceso complejo y necesita un tiempo para la resolución.

    A que de los diseñadores, no importa cual, siempre debes aprender a cómo vestirte genial, ser sincero sin ser hiriente, y dónde comer sabroso. 
     


    lunes, 19 de febrero de 2024

    Sobre la infoxicación y la era digital

    Imagen generada por Inteligencia Artificial: playground.com


    La huída no ha llevado a nadie a ningún sitio. 

    Antoine de Saint-Exupéry


    El nivel de saturación de la información actual presente en redes sociales, aplicaciones y páginas de la Web, es imposible de digerir para un ser humano promedio. Los que seguimos el tema de la virtualización de la comunicación social, la era digital y el salto de la experiencia humana de la comunicación gracias a la tecnología, hemos hecho un seguimiento, año tras año, de como ha impactado el desbordamiento de información a través de los canales digitales.

    Ya son 11 años desde que en este blog se escribió un post sobre la relación de los usuarios, las redes sociales y la información que consumen, en él hablábamos sobre como las empresas y productores de información en estos medios digitales olvidaban que detrás de las pantallas hay personas.  

    Esta realidad no ha cambiado, y sumado a que, como mencionamos en otro post, "Al final la comunidad digital se parece más a una jungla de miles de seres produciendo sus propios sonidos, o un hospital psiquiátrico, donde cada uno lleva su voz y no escucha al de al lado". (Expósito S, 2019), lo que ocurre es una indigestión de información en los usuarios.

    ¿Cómo enfrenta el usuario esta realidad para no tener indigestión?

    Ya los teóricos de la comunicación vinculados a la escuela de los Estudios Culturales tomaron del mundo de la Psicología un concepto que ha servido para entender como el hombre actual enfrenta la saturación de información a la que se encuentra sometido.

    Se trata de un mecanismo de defensa natural con que cuenta el hombre, el "umbral de percepción", y que funciona tal cual como pasa con ciertos aparatos cuando reciben o no reciben una señal. 

    El umbral podríamos definirlo como ese espacio en el que se percibe una señal, dato, información. Para que ciertos mecanismos se activen, es necesaria que exista una mínima señal, y para que ciertos mecanismos se inactiven, es necesario que la señal llegue a un tope máximo que admite el mismo mecanismo.

    Así pues, emulando a los aparatos, el hombre se maneja frente a la información activando un mecanismo natural de umbral de percepción, en el que recibe o inhibe información dependiendo de sus intereses.

    Estos conceptos, asumidos por los teóricos de la comunicación, tienen sus orígenes en los trabajos sobre la sensación y los sentidos, del médico y psicólogo Ernst Heinrich Weber (1795 - 1878), no confundir con el economista, sociólogo, jurista e historiador Maximilian Karl Emil Weber (1864 - 1920). 

    Aplicados a la comunicación, estos conocimientos nos permiten comprender por qué, un hombre o mujer promedio es capaz de eliminar una cantidad importante de correos electrónicos de su bandeja de entrada sin nisiquiera abrirlos, y prestar atención sólo en aquellos que, el asunto o el remitente le sean familiares, de relevancia o interés. 

    Estos procesos de selección de información para ser consumida son tan automáticos y rutinarios para nuestro cerebro, que, en la actualidad, pasan a ser de segundo plano, porque el cerebro necesita centrar su atención en cosas más importantes.

    Esta teoría sobre el umbral de la percepción de la información en el consumidor es reconocida y estudiada (o por lo menos debería serlo) en el mundo de la Publicidad y el Mercadeo, ya que muchas de las campañas digitales deben tenerla en cuenta, para garantizar su efectividad. 

    El umbral funciona como una represa, pero se desborda

    El problema es que este mecanismo automatizado por nuestra mente, y que funciona casi a la perfección, era manejable cuando teníamos sólo una cuenta de correo en una plataforma, y recibíamos unos cientos o miles de correos al día. Pero la realidad, es que la cantidad de información que una persona promedio puede recibir en una jornada de vigilia es muy superior en la actualidad.

    La primera solución del hombre, muy válida y simple, como siempre, es tender a solicitar, consumir y producir información en estos medios digitales mucho más corta, específica, y directa.

    Pero con esta solución, como con casi cualquier decisión en la vida humana que implique compresión o síntesis de contenido, hay pérdida de calidad. Tal cual pasa con los videos, los audios, etc...

    En esta pérdida, se elimina la argumentación y la posibilidad del análisis, el diálogo y la ejemplificación, y se utilizan fórmulas repetitivas, que han sido probadas con éxito. 

    Nadie pensaría leer en Internet una receta que comience con cuatro o cinco párrafos del cocinero explicando la calidad del agua, y de las legumbres, y como afectan al resultado del plato. 

    El mensaje, mientras más corto, más directo, y resumido, mejor consumido.

    El problema es que esta solución, aunque es la más utilizada actualmente, tampoco ha salvado al hombre de la indigestión por el puchero de la información. 

    Margot Rot, filósofa y escritora, especializada en teoría y crítica cultural, en su libro Infoxicación: Identidad, afectos y memoria; o sobre la mutación tecnocultural (2023), nos menciona un concepto que se está poniendo de moda en los años recientes, y que corresponde casi al diagnóstico de una patología, estamos sufiendo de infoxicación.

    La infoxicación viene siendo la intoxicación del ser humano por la información, sobreinformación, y desinformación. 

    De las redes sociales que son tendencia actualmente, TikTok es tal vez la que mejor nos podría servir para evidenciar los síntomas y las consecuencias de la infoxicación. 

    Para un hombre/mujer promedio actual que tenga en su umbral de percepción un filtro aplicado para sólo consumir información sobre dietas, gimnasios y mundo del estado físico óptimo (fitness), y que decida consumir contenido corto (videos en TikTok, mini post en sitios especializados) sería imposible cumplir todas las recomendaciones, tareas y sugerencias que se le hacen, lo que genera una sensación inmediatamente contraria al objetivo de la persona al querer recibir la información, desmotivándola, deprimiéndola, y produciendo que abandone la necesidad de recibir la información.

    Esto va aún más allá. Como la cantidad de información que fluye por los medios digitales, y que se suma a los tradicionales, es ya tan pesada, que podríamos compararla con un Océano de miles de millones de datos, el hombre frente a esta masa de datos se siente como si estuviera, frente a frente, a un tsunami que se le viene encima, paralizándolo. 

    Ante esta parálisis por una amenaza, es muy posible que el hombre responda, recurriendo a dos  de sus instintos primarios, huir o luchar (respuesta de estrés agudo, Walter Bradford Cannon, 1915). 

    La tendencia, inevitablemente, es una mayor cantidad de personas que, voluntaria o inconcientemente, deciden optar por la desconexión del consumo de información digital para evitar la amenaza. Esta decisión no quiere decir que decidan abandonar el uso de las herramientas digitales, sino que deciden no consumir contenido presentado por estas vías, y usarlas de forma más resolutoria para otras necesidades (revisar la cuenta bancaria, divertirse, estudiar o trabajar).

    En este post:

    Margot Rot, 2023. Infoxicación: Identidad, afectos y memoria; o sobre la mutación tecnocultural.

    La capacidad sensitiva viene definida por umbrales de percepción

    Añaños, Elena y otros, 2008. Psicología y Comunicación Publicitaria

     


    viernes, 9 de febrero de 2024

    El complicado fenómeno de la comunicación humana

    Foto: Ola Dapo

    “¿Quién soy yo?: la ley. ¿Acaso la ley tiene ojos para ver vuestra tristeza? ¿Es que la ley tiene oídos para oír vuestra dulce voz? ¿Es que la ley tiene memoria para comprender la delicadeza de vuestros sentimientos? No, señora, la ley ordena, y cuando ordena, hiere.”

    Alexandre Dumas (padre)

     1802–1870


    En este blog nos dedicamos a hablar sobre la comunicación y otras ciencias sociales vinculadas a ella. Ya hemos paseado, hace poco y de forma superficial, por las dos grandes esferas de acción de la comunicación humana, la intrapersonal que abordamos en este post, y la social que vimos en este otro

    Pero, ¿Qué es la comunicación?

    Antes de involucrar a los grandes pensadores sobre el tema, tratemos nosotros mismos de definirla. 

    Entendemos que la comunicación humana es un fenómeno, ya que cumple con todos sus criterios:  ocurre en un momento y espacio definido, es evidente y se puede reconocer, aparece cuando el hombre se encuentra presente, y desaparece o no se le puede reconocer cuando el hombre no está. Y lo más importante que podemos afirmar sobre un fenómeno, es simbólico, en la medida en que significa algo para el ser humano. 

    Sabemos que es humana, y la definimos (por ahora) así, porque sólo hemos podido evidenciar, comprobar y repetir la comunicación entre uno o más humanos. Cualquier otro intento de comunicación con otras especies del Planeta no cumple con un criterio fundamental que mencionamos anteriormente, no se puede comprobar que signifique algo en concreto, no para el hombre, sino para el otro ser de la otra especie. Aún así, sabemos que hemos tratado de entender como ocurre la comunicación de otras especies del Mundo, como las ballenas, los delfines, las abejas, entre otros... Pero no hemos podido intervenir en un proceso de comunicación entre especies que se pueda definir como efectivo para ambas partes. 

    Con esto que nos hemos apresurado a escribir ya hemos topado con la definición de la comunicación para uno de los semióticos más importantes del principio del siglo XX. Charles Sanders Peirce, "filósofo, lógico y pedagogo americano que concibe el estudio del sentido y su relación con los signos como el marco teórico del que dependen multitud de disciplinas". (Guia TIC, Universidad de Murcia, 2024).

    Un poco la perspectiva de Peirce que involucra al fenómeno de la comunicación se puede resumir en la relación lógica: "todo lo que comunica (en el ámbito humano) tiene sentido y todo lo que tiene sentido es un proceso semiótico (signo, significado y significante). Por tanto, toda comunicación humana es un proceso semiótico". (Guia TIC, Universidad de Murcia, 2024).  

    El fenómeno de la comunicación tiene una peculiaridad, que la definió el mismo Peirce, no es limitada ni por tiempo ni por ningún otro factor de los que la definen. Tan sólo la presencia del hombre puede desencadenarla, o hacer que desaparezca.

    El lenguaje, y la palabra, son desencadenantes de la comunicación, su presencia es testimonio de la ocurrencia de la comunicación, pero a la vez, la comunicación produce y modifica al lenguaje y a la palabra, en una relación infinita del "pececillo que se muerde la cola".

    Una autora de cabecera, que recomiendo leer, y que trabajó mucho sobre este tema fue Julia Kristeva. Ella rompe con la definición tradicional de la forma en que el lenguaje se estudia, y plantea una nueva comprensión del texto y del origen del sujeto en él, y en la historia en general.  

    El fenómeno de la comunicación es complejo

    En este punto, es sencillo entender que en estos años de investigación y estudio de la comunicación humana, surgieran muchas escuelas y filosofías sobre su comprensión y aplicación. Destacan de ellas, dos grandes corrientes que, aunque no rivalizan directamente, se encuentran en polos opuestos a la hora de pensar y hablar sobre la comunicación.

    Por un lado tenemos a la escuela Crítica de la Comunicación, en los años posteriores a 1940 cuyos padres fueron  Max Horkheimer y Theodor Adorno, y otro autor destacado de esta escuela fue  Jürgen Habermas.

    Aunque sus fundamentos son bastante complejos, y se pueden ubicar en el texto de  Dialéctica del Iluminismo, escrito por Max Horkheimer y Theodor Adorno, se puede resumir en una máxima vinculada con la comunicación que expresa que todo lo relacionado con la comunicación humana, es temporal y está controlado y definido bajo una "estructura significante", bajo esta cúpula del sentido estamos todos arropados, y se generan pujas y duelos para definir quién se apodera de la interpretación de la realidad, negando la posibilidad de la existencia libre y completa de la comunicación humana. 

    Los teóricos críticos de la comunicación, en especial la de masas, que surge con los medios masivos de comunicación (radio, TV, impresos) cuestionan la existencia real y efectiva de una comunicación humana en estos términos, al considerar que existe un caos cultural y un vacío de sentido. Ven al lenguaje como un esclavo de la producción de mercancías, que sólo sirve para elogiar y engalanar el consumo.

    Unos años más tarde, y durante el estallido de la II Guerra Mundial, las reglas del Mundo cambian, y es necesaria una nueva interpretación de lo que está sucediendo con el hombre, las sociedades, y la comunicación. 

    Aparecen las escuelas de los Estudios Culturales, cuyo objetivo es buscar la mejor definición y explicación de la realidad y sus fenómenos, incluido el de la comunicación.

     El español Jesús Martín Barbero, entre otros, destacan en los primeros pasos de estas escuelas de análisis. 

    Una escuela que destaca, y que tiene sus orígenes en las teorías de los Estudios Culturales, es la escuela norteamericana de Palo Alto, o el colegio invisible, agrupa principalmente a autores que se niegan a aceptar la teoría matemática de la comunicación propuesta por Claude E. Shannon y Warren Weaver.

     Todos ellos aportan una alternativa al modelo lineal de la teoría matemática, y ven la comunicación como el fenómeno social presente desde que el hombre es hombre, y existe, independientemente del uso de la tecnología.

    Existen otras escuelas de valor que se pueden investigar en la bibliografía utilizada para este post.

    Todas estas escuelas se pasean por las preguntas de si la comunicación es: 

    A. Un fenómeno espontáneo, o mediado y controlado. 

    B. Un fenómeno real o una emulación.

    C. Un fenómeno dependiente del lenguaje, o generador del mismo.

    D. Un fenómeno meramente racional, o de otro carácter.

    E. Un producto o bien cultural.

    Escapando a las escuelas, que era indispensable por lo menos mal pincelarlas en este post, seguramente, en este momento, si le apasiona el tema de la comunicación, se debe estar haciendo muchas preguntas. Algunas de ellas:

    ¿Somos dueños de lo que comunicamos, o estamos inscritos en una capa significante que alguien más controla?

     ¿Los aparatos que usamos nos ayudan a comunicarnos o distorcionan la comunicación hasta hacerla desaparecer?

    ¿Es el lenguaje el resultado del proceso de comunicarnos, o el lenguaje permite que nos comuniquemos?

    ¿El mensaje (y sus significados) son independientes al medio, o es el medio, el mensaje? (truco: esta frase fue acuñada a Marshall McLuhan por su libro Comprender los medios de comunicación: Las extensiones del ser humano, publicado en 1963).

    ¿La comunicación de/hacia masas es comunicación humana?

    En este post:

    Citas sobre delicadeza

    Universidad de Murcia, (2024). Introducción a las teorías de la comunicación y la información. PDF

    Kristeva, Julia.(2002)  Semiótica I. Ed. Fundamentos. 

    Giraldo, César y otros (2008) Teorías de la Comunicación. PDF. Universidad de Bogotá


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