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Yo soy yo y mi circunstancia

Foto: Jeremiah O´Sullivan, premio al trabajo de investigación. (11.01.2000). Tomada de El Ucabista 

Titulo esta entrada con la célebre frase de José Ortega y Gasset "Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo." (Meditaciones del Quijote, 1914), y que fue una de mis primeras apasionadas conversaciones de carrera con mi adorado y por siempre recordado profesor Jeremiah O'sullivan-Ryan, autor de todos estos libros. 

Conversaba yo con O'sullivan al salir de clase, sobre esta frase de Gasset, que él recordaba en el libro "La Comunicacion Humana" (UCAB, 1996). Y el debate me sirvió para comenzar muchas de mis clases de Comunicación Social, años después, cuando me tocó ser profesor.

De qué va esto de "Yo soy yo y mi circunstancia"

Decía O'sullivan que Gasset postulaba el principio de la existencia para la comunicación, en la medida en que el hombre es hombre pero también es contexto. Y no hay forma de dividirlo, no existe una coma entre Yo soy yo y mi circunstancia. Va unido, porque es imposible para el hombre definirse por completo y en sí mismo, sin recurrir en algún momento a su entorno.

De allí que soy "hijo" porque tengo "padre", o soy "un orgulloso tío" porque tengo un "sobrino ejemplar". Siempre recurrimos al entorno para apuntalar nuestra definición personal. Aún si escrudriñamos en características psicosociales que solemos atribuirnos. Soy amable (porque alguien alguna vez me dijo que lo era), soy conversador (porque mis amigos me dicen que no paro de hablar), soy simpático (porque nadie me dice lo contrario).

Pero la frase de Gasset podemos complejizarla más, y es aquí cuando yo me atrevía a decirle a O'sullivan que aquello del contexto, Gasset lo describía como un proceso histórico, por ende estaba en movimiento. Y dependía del mismo hombre (ese Yo soy Yo), el desarrollo de ese contexto.

Así pues, una persona no podía aspirar una realidad diferente si no hacía un esfuerzo (salvar la circunstancia) para poder salvarse a sí mismo. Aunque evidentemente, Gasset se refería a otro tipo de salvación más vinculada al mundo religioso. 

Un ejemplo mundano de esto, es la frase famosa de las abuelas, "el/la novi@ del estudiante no es el/la espos@ del doctor". Ya que las circunstancias entre ser estudiante y graduarse, en teoría, debería cambiar el contexto del ser, y por ende, su propia realidad, gustos y preferencias.

Gasset en la práctica

Cuando me tocó ser profesor de comunicación viví muchas experiencias que recuerdo con cariño. En muchas de ellas comprobaba que este tipo de meditaciones sobre la comunicación humana no eran supuestos teóricos, sino que podía observarlos en la realidad.

Son muchos alumnos y ejemplos, con casi todos fuí cercano, pero recuerdo con cariño a un par de jóvenes que eran novios, y que me llegaban a clases de comunicación exhaustos porque trabajaban muy duro en una carnicería.

Hablando con ellos en mis tiempos libres entre clases, y durante su participación activa en mis materias, me di cuenta que ellos estaban allí porque entendía muy bien su circunstancia, y no era mala ni pobre, más bien era muy cómoda, pero ellos estaban haciendo un esfuerzo sobrehumano, porque querían salvarla o elevarla a una nueva posición.

Yo no podía promerterles a estos alumnos que iban a ganar más dinero ejerciendo su carrera (y menos mal que no lo hice) porque la realidad es que su negocio, bien llevado, era capaz de producirles mucho más ingresos. Pero sí podía decirles que la inversión de todos esos viernes hasta las 11 de la noche viendo clases conmigo, valían la pena.

Ellos se graduaron, porque eran excelentes, y yo les perdí la pista. Como a muchos de mis muchachos, que se regaron por el mundo y con ellos se diseminó esa pasión por la comunicación, que estoy seguro que pude contagiar en la mayoría.

También me tocó ver la otra cara de la moneda, justo meses antes de irme de mi amada Venezuela, tuve una gran cantidad de alumnos que, por primera vez, me suspendian una materia. A mí, que en líneas geneales, no soy un profesor que penalice con la calificación, me gusta más bien ver claro un proceso de crecimiento, de esfuerzo, y si lo veo no me tiembla el pulso para premiarlo.

Pues me pasó, ver a muchos de mis alumnos haciendo lo contrario, en vez de salvar a su circunstancia, la sacrificaban como excusa. "No entregué ese trabajo porque no pude profesor, mire como está el país, es imposible así..." Fueron miles las excusas de este tipo.

En vez de, justamente por la circunstancia, atreverse a salvarla y con este gesto, salvarse a sí mismo, muchos de mis muchachos prefirieron escudarse en la mediocridad de un país que se borraba... y que se sigue deshaciendo continuamente.

Esta fue una de las razones que me empujó a migrar, ya no podía ser feliz viendo a mis muchachos sacrificar su circunstancia, y con ella, a su propio ser.

La circunstancia actual

Es constante y cada vez mayor el resonar de los tambores de la guerra en todo el Mundo. Pero me asombra que la mayoría de la gente, en especial en Occidente, siente lejano el conflicto, como si Ucrania o Gaza quedaran muy lejos. Estamos en la misma esfera (lo lamento para los terraplanistas).

Esta nueva circunstancia no es común a todos, y afecta, de una u otra manera, a nuestro ser, a ese Yo. Si siguiéramos el consejo de Gasset, deberíamos estar pensando ya en cómo salvarla, y a su vez, salvarnos a nosotros.

¿Tienes alguna idea al respecto? 



  


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