Famosa pieza de Absolut que se suele acusar de ser publicidad subliminal. |
Muchos autores han entrado en profundos debates sobre el
tema de la supuesta elaboración de mensajes subliminales publicitarios que
ocasionarían una influencia en la decisión de compra de los consumidores.
Nada tiene que ver este tema con el mensaje supuestamente
codificado en canciones, videos y otros formatos, para enviar un mensaje oculto
a los oyentes. En este caso nos referimos exclusivamente a la supuesta
inclusión de mensajes dirigidos al subconsciente para impulsar la compra de un
producto, o detenerla.
Evidentemente el tema se presta para una discusión
acalorada, ¿puede alguien decirnos algo que no filtra nuestra conciencia y que
incide en nuestras decisiones?, sería la pregunta más exacta para comenzar a
discutir.
En el plano comunicativo, y en cuanto a la publicidad se
refiere, me parece imposible creer en la existencia de tal tipo de publicidad,
ya que argumentos lógicos, sumados a los resultados de estudios y posiciones
filosóficas, tiran al piso tal hipótesis.
Para entenderlo, vayamos pues por partes, la percepción
humana, vista desde diferentes corrientes psicológicas podría entenderse como un sistema complejo que tiene "estadios" o espacios de procesamiento. Los psicoanalistas hablan de dos esferas de la mente,
definidas por Sigmund Freud, como el Yo y el Ello, siendo el yo la parte de la
conciencia y el Ello la parte instintiva, o el también llamado cerebro en etapa
primitiva, ambos estadios viven mediando a través de una instancia intermedia,
para poder vivir en armonía.
Freud no es tal vez el mejor de los investigadores de la mente para hacer referencia, aunque sus aportes como estudioso han dado piso a muchos conceptos que otras corrientes han retomado.
Todos nuestros protocolos de comunicación, al ser una serie
de normas acordadas (lenguaje-códigos) tanto verbales como no verbales, deben pasar por
la super procesadora del Yo, es decir, comunicarse es un acto consciente y lógico, así
algunos hagan de este hecho algo tan rutinario que pueden hacerlo “sin darse
cuenta”.
Justamente, estudios recientes señalan que el Yo (consciencia)
una vez media con el Ello (subconsciencia) deja ciertas funciones ya acordadas
en manos de este estadio, para liberar “espacio y esfuerzo” de la mente.
De considerar esto cierto, y teniendo "entrenadito" al Ello,
no existe forma de que ningún mensaje penetre a nuestra mente sin que nosotros
estemos conscientes de su existencia, ya que el Ello no tiene un lenguaje
particular, y si lo tuviese, aún es desconocido para el hombre, más aún le es
imposible tener criterios para su uso.
Controlamos, y decidimos todo lo que permitimos entrar a nuestra mente. Este fundamento es el que utilizan, justamente, los mentalistas para poder manipular nuestra percepción con sus trucos.
Mensajes que no comparten un mínimo de lenguaje común,
simplemente no forman parte de un hecho comunicativo, y por ende no provocan
reacción alguna.
Costos
Sabiendo lo caro que es el ensamblaje de una pieza
publicitaria, más de una campaña, ¿Quién podría creer que existe tiempo y
recursos para que un director de arte, o un productor meta un mensaje
subliminal en la pieza?
No hay ni tiempo ni dinero para hacerlo, si ya es
suficientemente complicado lograr el objetivo comunicacional publicitario
planteado en una campaña, ¿Qué se pudiera decir sobre un objetivo oculto?
En este punto, hubo alumnos que aseguraron “yo he visto un
hielito que tiene forma de calavera, eso es para no consumir la bebida, es
subliminal”, y yo le respondo “¿has visto la calavera, y sabes que es una
calavera?, entonces no es subliminal porque es consciente, es seguramente un
mensaje bien claro de algún diseñador o creativo molesto con el cliente”.
Lo que si pareciera ser subliminal es la percepción que puede
tener un consumidor sobre los elementos constitutivos de una pieza publicitaria,
y esta manera de considerar la promoción está relacionada directamente con las
experiencias previas acumuladas en el subconsciente, como garante de la memoria
a largo plazo, lo que si le da un carácter subliminal al hecho perceptivo del
individuo.
De todas formas, para poder demostrar la existencia de la
influencia subliminal de un mensaje, tendríamos que tener a un mismo individuo
en dos espacios a un mismo tiempo, recibiendo en un espacio publicidad sin
mensaje subliminal, y en otro la pieza con la supuesta información oculta, y
ver cuál es su impacto.
¿Qué piensa usted al respecto?
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